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Ché Sandoval "Me dan asco las películas con discursos morales"

Ché Sandoval

Con sólo 24 años, José Manuel Ché Sandoval debutó con Te creís la más linda (pero erís la más puta), largometraje que narra las peripecias de Javier (Martín Castillo), un carismático estudiante de música que luego de un fallido encuentro sexual deambula por Bellavista topándose con singulares personajes. La película, que no pretendía ser más que un ejercicio de título, ha tenido un inesperado éxito de taquilla en el Cine Arte Alameda y sigue en cartelera cinco meses después de su estreno el 29 de abril. Recién estrenada en Buenos Aires, la ópera prima de Sandoval reafirma que el formato digital –la opción estética de toda una nueva camada de creadores nacionales- llegó para quedarse.

Por Lisette Sobarzo

Durante el año 2005, José Manuel Sandoval estudiaba en la Escuela de Cine y su vida era como la de cualquier joven de 20 años. Vivía cómodamente en La Reina y carreteaba con sus amigos los fines de semana. Un día, una clase de guión con Benjamín Galemiri lo sorprendió con la mente en blanco, sin saber sobre qué escribir y tras la inmediata confesión, el "profe" le preguntó "¿qué te pasó el fin de semana?".

"Recuerdo que esa vez había peliado con mi polola y Galemiri me dijo ¡escribe sobre eso entonces! Me largué a desarrollar el tema y tuvo súper buena recepción, obviamente cuando a uno lo envalentonan cree que encontró su camino así es que empecé a enfocarme y a trabajar mis ideas en relación a esos asuntos. Antes del largo hice dos cortos que igual me gustaría subir a internet pero primero quiero echarles una mirada porque el sonido es desastroso. Obviamente no pasaron por Chilefilms" recuerda Sandoval entre risas.

Esos ejercicios de escuela se titulan Se busca a una mujer (2006) y Las piernas de la señorita de la micro (2007). Realizados en 16 mm (formato que según el autor le resulta un tanto "robótico") también retratan parte de sus propias experiencias de vida: bares, mujeres y carretes en Bellavista.

Martín Castillo, protagonista de Te creís la más linda...

"Eran noches en las que volvía a dedo y me demoraba dos horas en llegar a mi casa, a veces en cuatro autos distintos y era la última opción de que pudiera suceder algo entretenido. No sé cuan autobiográfica es Te creís la más linda… La escribí a los 20, durante la época más insegura de mi vida y quizás va un poco por ahí el personaje de Javier, es alguien que se escapa de su vida mundana y de sus amigos porque ahí no se siente muy cómodo".

Tras el estreno comercial en el Cine Arte Alameda, la película tuvo una excelente acogida tanto de la crítica nacional como internacional. Diarios argentinos como Página 12, o medios especializados como la revista argentina El Amante y el semanario cinematográfico norteamericano Variety, han dedicado un espacio a comentarla favorablemente, relacionándola además con filmes emblemáticos latinoamericanos como la uruguaya 25 Watts (Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll, 2001) o la argentina Pizza, birra, faso (Israel Adrián Caetano y Bruno Stagnaro, 1997), cosa que a Sandoval le parece un tanto singular porque no se considera muy cinéfilo y ni siquiera conoce mucho a esos directores.

"Es divertido cuando me hablan de un tal 'Caufield', el personaje de El guardián entre el centeno de J. D. Salinger –que no lo he leído-, o de 25 Watts y Pizza, birra, faso –que no he visto-. Parece que todavía no conozco a ninguno de mis supuestos referentes. Woody Allen sí es un referente... siempre digo que me gusta la abulia de los personajes de Jim Jarmusch con la libertad de filmar de John Cassavetes. Una vez vi Mutual Appreciation, (Andrew Bujalski, 2005) y me sorprendió que supiera combinar esas dos cosas. Si hay un referente indie que me marcó, sin duda fue ése".

-Pero me imagino que has aprovechado de ver películas en los festivales donde has participado, como en el Festival de Cine de San Francisco…

-No creas, participamos en una competencia que se llama New Directors y ganó una película que se llama Alamar de Pedro González Rubio. Siempre digo que la vi y que es buena, pero la verdad… es que ¡no la he visto! No soy muy cinéfilo pero bueno, igual estuvo entretenido el viaje y cada día le tengo más fe a mi película.

-A propósito de comparaciones, también se te ha relacionado con el cine chileno de los años 60’ y 70’, específicamente a directores como Raúl Ruiz y Cristián Sánchez, ¿tampoco hay muchos referentes por ese lado?

"Mutual Appreciation me marcó"

-Ahí si hay inspiración. Se hizo una comparación con Tres tristes tigres (1968) de Raúl Ruiz y el otro día leí algo, no me acuerdo dónde, que me hizo mucho sentido, fue algo así como "hace tiempo que no veíamos un cine de calle, diálogos y personajes alcohólicos". Creo que esas temáticas claramente se cruzan con los primeros años del cine de Ruiz y yo vi Tres tristes tigres pero después de hacer la película. Al que sí vi mucho fue a Cristián Sánchez y siempre me gustó harto, me acuerdo, por ejemplo, de El zapato chino (1979) que también tenía eso de los personajes alcohólicos, un realismo absurdo que sin duda me marcó y la comparación con ellos obviamente es increíble porque hicieron un cine que en su momento no tuvo mucha repercusión y después, con los años, fue más valorizado. Yo no creo que mi largometraje llegue a tener más importancia de la que tuvo ahora y honestamente, a veces lo siento sobrevalorado. Salen comentarios y comparaciones interesantes pero son cosas que nunca pensé o vi mientras hacía la película.

-Cuéntame sobre el recorrido internacional de "Te creís la más linda…" ¿cómo le ha ido en el extranjero?

-Estuvo en Toulouse, Bafici, San Francisco y Munich. Ha estado bueno eso. En San Francisco me pasó algo bien raro, me acuerdo que cuando vi Mutual Appreciation (Sanfic 2006), fui y le dije al actor Justin Rice "gracias", un poco por mostrarme algo que no había visto nunca antes y que probablemente no vuelva a ver porque es una película que sólo la podría haber hecho una persona, Andrew Bujalski. Allá me llegaron a mí esos "gracias" y fue bien especial. En Bafici nos fue bastante bien y las salas de los festivales donde estuvimos exhibiendo se llenaron siempre, me acuerdo que en Toulouse estaba impactado, pero después en San Francisco se llenaron todas también, yo creo que quizás llama la atención el título. Todos me dicen que si existiera un premio al mejor título se lo darían a éste. Yo no sé por qué aún no inventan ese premio…

-¿Y la recepción del público a nivel nacional?

-Depende. Mi película tiene dos finales y yo noto que a la gente que no le gustó se va cuando empiezan los primeros créditos. Me acuerdo que el año pasado en Valdivia se escuchó horrible y fue una función bien polémica porque algunos la encontraron buena y otros una basura. Esa vez la sala estaba sobrepoblada y se fue harta gente, pero en general ha sido buena la recepción. En los festivales tampoco me dedico a hablar tanto de mi largo y generalmente las personas que se acercan al final de la función me dicen que les gusta y no sé, yo también les digo a todos los directores que conozco "oye, que buena tu película" y no siempre me gustó, incluso no siempre la he visto (risas).

-Es interesante el trabajo que realizaste con los actores porque lograste dar con ese tono realista que imagino quisiste imprimirle desde un comienzo a tu película, ¿cómo enfrentaste el proceso de la escritura de guión? ¿Dejaste un espacio para la improvisación en los diálogos?

-Hay harto trabajo detrás, siempre creen que esto es improvisación pero les aseguro de que a nadie se le ocurre pegarle un combo a alguien de la nada. Estaba todo escrito y efectivamente hubo espacio para la improvisación pero fue por pasos. La película se creó en diferentes fases, primero la etapa del guión donde trabajé con Rodrigo Cuevas y Francisca Schweitzer y siempre estuvo presente el tema de si yo iba a lograr dirigir bien a los actores con tanto diálogo, en ese momento ni siquiera los tenía pensados pero me gustaba el guión y había que partir por eso.

Te creís la más linda (pero erís la más puta)

-¿Hiciste más de una versión?

-Sí, pero hubo escenas que siempre estuvieron pensadas; la del hombre de la barra, la de los ladrones… esa, por ejemplo, en un principio era a las tres de la mañana, después la cambiamos. La primera versión era una historia paralela de la noche de Valentina (Camila Le-Bert) con la de Javier (Martín Castillo), eso se cambió al final. Faces (1968) de John Cassavetes tiene una estructura que te muestra la historia paralela entre personajes y quería hacer un poco eso al principio. Esa película es mi referente estructural, después abandoné esa idea porque me di cuenta que no conocía tanto a las mujeres, parece...

Sandoval remarca que el trabajo actoral fue bastante arduo y duró varios meses. Con Martín Castillo leyeron el guión diálogo a diálogo, buscando la manera correcta de dar con la interpretación que requería el personaje, situación que no estuvo siempre exenta de diferencias. En la realización del primer teaser, Martín intentaba dar vida a un Javier altanero y el Ché le discutía que lo que necesitaba era más timidez y carisma, un joven que dice cosas pesadas pero no quiere caerle mal a nadie. Después volvieron a reestructurar el guión a partir de los ensayos y las palabras que más le acomodaban a cada actor y también integraron algunas nuevas anécdotas como, por ejemplo, la conversación que sostiene Javier con una chica de un bar en donde ella le pregunta si acaso "existía" para el terremoto del 85'.

Martín Castillo y Grimanesa Jiménez

"Después vino el ensayo con cámaras donde se grabaron escenas a las 11 de la mañana y otras a las 5 de la tarde y la magia de la corrección de color hizo que no se diferenciaran tanto, en resumen, fue un largo trabajo".

 

-¿Tienes alguna escena preferida?

-Me gusta mucho el final, de la puta en adelante. También le tengo mucho cariño a la secuencia en que Javier conoce a Valentina porque creo que antes de eso la película no está funcionando tanto, entonces ahí hay como 10 minutos buenos, que estéticamente están más consistentes. En las primeras muestras siempre me resultaba angustiante verla antes de esa escena. Lo del bar también me encanta porque a todo el mundo le gusta… ¿tú tienes alguna secuencia favorita?

-Me gusta la de los raperos a las 6 de la mañana…

-Te tengo entonces una primicia: con los raperos adentro de la van se hizo un musical que quedó malo y al final no lo dejamos porque no encajaba mucho con la película pero lo voy a subir a internet, era un musical bien punk en todo caso, igual está divertido.

-¿Y alguna secuencia que no te guste?

-Lo de las paranoias me encantaría que pudiera entenderse más, pero nunca supe muy bien cómo hacerlo, siempre pensé en el recurso del blanco y negro pero al final no me gustó mucho. Pensé que con el lenguaje iba a bastar pero no fue suficiente para que se entendiera al nivel que yo quería. Le tengo cariño a todo y lo que no me gustó se sacó. Por ejemplo, hay un personaje entero con Aníbal Reyna, 20 minutos que después se cortaron, no por culpa de él si no por cosas del guión. El sonido no me gusta, pero todas las imperfecciones van con la película, por ejemplo la escena de "no sexo" es la peor escena de sexo de la historia y ahora pienso que quizás no encaja mucho eso de que se desvistan de una manera tan "godardiana" porque la película es mucho más realista pero no sé, igual funciona. Lo otro que también cambiaría es que hubiera más gente en las calles, el tipo camina por Bellavista y está solo.

-¿Sientes que tu película de alguna manera representa a un público definido o a una generación?

Sebastián Brahm y Martin Castillo

-No quería que ocurriera pero pasó. Igual creo que es lo normal con cualquier historia honesta, porque la gracia es que no muestra a una juventud a partir de las peleas con los padres o la búsqueda existencial. Quizás todos esos temas se tocan por algún lado, pero no estamos hablando de la etapa de la juventud como el momento más terrible de la vida, no hay juicios morales. Me dan un poco de asco las películas con discursos morales y mi largo en ese sentido es súper fresco, cuando lo hice estaba pensando en mi y en mis amigos y chao, no estaba pensando en los jóvenes. Supuse que podía ser un poco taquillera pero nunca pensé que íbamos a llegar a un público nerd.

Cuando se le pregunta su opinión sobre la nueva generación de realizadores nacionales sub 25, Sandoval manifiesta que las posibilidades del formato digital sin duda abren nuevas temáticas y opciones creativas y eso conlleva a una mayor variedad de películas aunque no está muy de acuerdo con el término "cine de autor".

"No quiero hablar mal del cine chileno pero no creo que estemos haciendo nada importante, no creo tampoco que mi película lo sea. Va a salir una generación ahora, hay tipos de distintas universidades haciendo cosas interesantes pero creo que no deberíamos hacernos cargo de contarle algo al mundo, no tenemos una misión educacional o valórica. Todos los de esta generación vamos a empezar a madurar, a ser más grandes y obviamente las películas van a crecer con nosotros también".

-Cuéntame un poco sobre tu próxima película "Te creís la más talentosa".

-No sé si finalmente se llame así. La historia trata de lo que te cuenta el personaje de la barra en una noche. Ya tengo la primera versión del guión y ahora que se acabo este estreno me voy a poner a reescribirlo. Moralmente también estará despojada y es distinta, es menos tierna, un personaje que tiene un rollo de egos, no sabe donde están los hijos y está en esa duda de si quiere averiguarlo o no. Es una noche completa, se habla mucho de sexo y termina a las 9 de la noche de un domingo, cuando el personaje viene de misa, tiene secuencias bien buenas.

-Supe que tienes una faceta musical y cantas en una banda…

-En la película yo canto I Love This Girl, pero sólo con el compositor, no con mi banda, esa se llama La highway paranoia y siempre hemos sido medios desastrosos, hacemos rock and roll punk y a mí lo que más me gusta son mis letras. Es un poco de rock cómico, tiene que ver con temas de amor, nuestro hit se llama Completo en la Shell. Se trata de un cabro que se va a tomar un peyote al desierto, hace dedo y no lo lleva nadie por lo que termina muerto de frío llamando a la mamá y comiéndose un completo en la Shell. Bueno, hay un documental que espero que Antonino (Ballestrazzi) lo seleccione para Cine B que se llama Punk con Palta que es sobre la banda y sobre mí, es un bodrio pero como ahora soy una suerte de personaje del cine, puede ser interesante. Volvimos a los ensayos, estamos empezando una nueva etapa y antes tocábamos en lugares cool pero creo que es mejor tocar en lugares donde haya gente divertida, ahí podríamos funcionar más. Ah, y lo que mejor hacemos son covers de temas de Sandro. Ahí sigo siendo el Ché, pero el Ché "Sandroval".

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