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One Man Showcase Laz Rojas: El héroe de las mil caras

Laz Rojas

Intérprete de todos los personajes, director, guionista, editor, productor y sonidista, su "One-Man Showcase" se ha convertido en un fenómeno de internet, un canto de amor al cine desde la más profunda soledad; un soliloquio fílmico que desde los años 90 ha circulado subterráneamente como material de culto. Pero el cineasta -que vive junto a su madre en un motel de Los Angeles- tiene aspiraciones más grandes: llegar a Hollywood gracias a una saga de películas de espionaje que viene desarrollando desde hace años.

Por Andrés Nazarala R.

Todas las fotos de este artículo pertenecen a la página web y facebook de Laz Rojas y del sitio gofundme.com

A Laz Rojas lo benefició internet. Antes de que él mismo pudiese subir sus videos a Youtube, era conocido solamente por un reducido grupo de cazadores de rarezas que conseguían sus cintas como si fuesen el santo grial. Hasta que la red permitió que su trabajo pudiese ser visto por una mayoría y, lo que es más importante, que él mismo cobrara forma humana. Si antes era un misterio absoluto, ahora (en parte gracias a un reportaje de la revista "Vice") conocemos su cara y sabemos que se trata de un ambicioso aspirante a director, guionista y actor cuyas proezas responden a un deseo irrefrenable por hacer cine –y llegar a Hollywood- a pesar de los obstáculos.

Rojas no la ha tenido fácil. Por estos días vive junto a su madre anciana en un motel de Los Angeles (en www.gofundme.com se ha levantado una campaña para conseguirle una casa) y no ha perdido las esperanzas de filmar, aunque la indiferencia de la industria ha sido corrosiva.

Ahora bien, ¿por qué debiéramos interesarnos en un aspirante a cineasta como los miles que rondan afuera de las puertas de Hollywood? Simplemente porque el One-Man Showcase –disponible íntegramente en Youtube- es un proyecto sin precedentes que refleja un amor inconmensurable por el arte cinematográfico y, de paso, demuestra las inmensas posibilidades de la producción casera. Está compuesto por 52 escenas breves –ordenadas por género- dirigidas, escritas y actuadas por él, y realizadas en los 90, antes de la irrupción del digital. Esto vuelve la tarea más asombrosa. Además de inventar las situaciones, encarnar a 100 personajes y encargarse de la dirección, Rojas montó todo esto con dos videograbadores conectados.

Arriba, Flakes01. Abajo, Laz Rojas como el Capitán Karga

El resultado es sorprendente. En Flakes01, por ejemplo, recrea una tensa cena de restaurant entre dos parejas. Una, provinciana y simple, acaba de llegar a Los Angeles; la otra ya está contaminada por las pretensiones del ambiente. El énfasis estará puesto en la esposa cosmopolita que lanza sus dardos protocolarmente. El roce se verá reflejado en el doble sentido de los diálogos, las miradas, los gestos, los silencios.

En Heroes01 –perteneciente al guión de Temporary Heroes 2-, Rojas, acaso influenciado por Star Trek, encarna al Capitán Karga y al General Skorr, quienes discuten sobre estrategias en el contexto de una guerra interplanetaria. La saga noir Triangle lo luce como un guionista –caracterizado como una suerte de Al Pacino- que debe lidiar con un manipulador productor de Hollywood que, 20 años atrás, asesinó a su padre.

El mismo Rojas se ha preocupado de aclarar que sus videos nunca fueron pensados como obras definitivas sino como vitrinas curriculares para conseguir trabajo. Pero, al filtrarse, comenzaron a ser vistos como films íntegros (el año pasado se mostraron incluso en un cine de Los Angeles). ¿Puede ser un work in progress una obra de arte? ¿Cómo sería un largometraje realizado por Laz Rojas?

"La idea del One-Man Showcase surgió de la frustración de tratar de llegar a la industria del cine", confiesa desde Los Angeles. "Comencé como actor a mediados de los 80, haciendo obras en el off-Broadway y en el off-off-Broadway en Nueva York, pero a fines de los 80 decidí concentrarme más en la escritura y en la dirección. Me mudé a Los Angeles con el fin de vender guiones y tratar de trabajar como director o estrella de cine. Algunos de los guiones tenían roles protagónicos especialmente creados para mí. Para mediados de los 90, sin embargo, había tenido muy poco progreso en meter mi pie en la puerta. Me cansé de mandar cartas y participar en pitchs, así que decidí inventar una forma diferente de irrumpir en el mercado. Decidí hacer algo único, algo que llamaría la atención de la gente y lograra ponerme por sobre la media. Desando mostrar mis habilidades en la actuación, escritura, dirección y montaje en un solo paquete, llegué a la idea de hacer un demo único, diferente a todo lo que alguien había hecho antes. Una producción escrita, actuada, dirigida y editada completamente por mí en la que yo interpreto todos los personajes. Las escenas son sacadas de mis guiones.

Mucha gente, después de mirar los videos, ha tenido la impresión de estar viendo películas, pero no es así. El showcase es solo una muestra. De los 100 diferentes personajes que interpretó en el proyecto, solo dos están pensados para representar si las películas fuesen realmente producidas. Nunca fue pensado para consumo público y fue solo una herramienta de venta dirigida a agentes, managers, productores y directores de casting. Pero en los 90 empezó a circular dentro de la comunidad de cine independiente y ganó una audiencia que no estaba considerada originalmente. Como resultado, creció por sobre su propósito original y comenzó a ser visto como una obra de arte en sí misma. "Mucha gente no sabe por qué la creé", dice.

Laz Rojas como Curtis, Laz Rojas como Billy DeFalco, Laz Rojas como Cantaba Bar Prostitute

-Al ver tus videos se impone una pregunta obvia: ¿cómo diablos lo hace?
-Lo sé. La verdad es que es muy simple porque cuando escribo un guión veo y escucho todo en mi cabeza. Veo los personajes, el set, los disfraces, los ángulos de cámara, la edición, todo, como si el guión ya hubiese sido filmado y estuviese mirando una película completa en mi cabeza. Cuando termino de escribir un guión, tengo un storyboard mental que incluye cada aspecto de la escena. Como resultado, filmar cada escena fue simplemente un asunto de recrear ese storyboard mental y, como hice todo solo, no tenía que comunicarles lo que quiero a otras personas, como a actores o camarógrafos. Es un proceso muy lineal y eficaz para mí. Pongo la cámara donde necesita estar, conectada a un televisor directamente detrás de ella. Así puedo monitorearme, arreglar la luz y luego interpretar al personaje.

El único desafío real era adaptar mi storyboard mental al hecho de que estaba usando una cámara fija y que los personajes solo podían aparecer individualmente y nunca juntos. Esas condiciones requerían que hiciera cambios a la manera en que hubiese filmado y dirigido las escenas en una producción con actores y movimiento de cámara. En otras palabras, tuve que adaptar mis planes normales para cada escena con el fin de calzar con las limitaciones que me había impuesto. Tenía menos libertad en la composición de los encuadres que las que hubiese tenido en una producción normal. Así y todo tuve que crear la ilusión de que cada escena contuviera mucha gente interactuando entre ellos.

Trabajé en el One Man Showcase en 1993, antes de la era de cámaras digitales y edición en computador, así que todas las escenas fueron grabadas con una cámara VHS y editadas linealmente con dos videograbadores. Como puedes imaginar este era un proceso muy tedioso y agotador. Para una escena que hoy podría ser editada en un par de horas con un programa, demoraba varios días. Era mucho trabajo pero era la única forma posible que tenía en ese tiempo. No quise renunciar a eso porque me había mentalizado con hacer este proyecto por mi cuenta con los equipos primitivos que tenía a mi alcance, así que puse todo el tiempo y esfuerzo necesario para conseguir el resultado que quería.

81 caracterizaciones de Laz Rojas

-Las escenas de diálogos tienen ritmo y fluyen con naturalidad. ¿Cómo lograste eso con dos reproductores?
-Cuando ves las escenas hoy, la edición se ve casi impecable y es fácil olvidar que no fueron montadas digitalmente. Pero cada escena representa horas y horas de trabajo tedioso además de mucho ensayo y error. Aunque los dos videograbadores que usaba eran último modelo, no eran muy precisos, así que tenía que calcular exactamente cuánto tardaría la cinta en moverse desde que presionaba el botón y determinar exactamente cuando presionar el otro botón. El asunto del timing volvía especialmente difícil editar escenas que involucran diálogos rápidos y encendidos entre personajes. En mi cabeza, sabía exactamente cómo cada escena debía ser editada y dónde debía ir cada corte, y lograr que esos reproductores me dieran lo que quería era a veces frustrante. Pero seguí haciéndolo una y otra vez hasta que cada escena fuese lo más parecida posible a lo que tenía en mi cabeza.

 

-Además de cinematográfico, tu desafío es actoral. ¿Cómo fue crear e interpretar más de 100 personajes?
-Es muy fácil para mí diseñar personajes por la manera en que visualizo los guiones que escribo. Imagino cómo los personajes se ven, cómo se visten e incluso de qué color tienen el pelo. Así que realmente no tengo que desarrollar aspectos de su apariencia porque ya tengo la imagen completa en mi cabeza. Ya están completamente formados en mi mente y lo único que necesito hacer es encontrar la ropa, las pelucas y el maquillaje para recrearlos de la manera más cercana a mi imagen mental, usándome a mí mismo como instrumento.

Interpretar a los personajes es simplemente llevarlos un paso más allá y representar cómo los escucho hablar y cómo los veo comportarse. Otros actores tienen métodos que usan para actuar. Yo no. Simplemente me apego a lo que veo y escucho en mi cabeza y me convierto en el personaje, automáticamente y sin mucho esfuerzo, sin importar cómo sean. Los conozco íntimamente, sus debilidades, sus historias de vida, y puedo simplemente activar sus personalidades. No necesito trabajarlos con un plan; están simplemente ahí, listos para ser representados.

Esto ocurre también con mi escritura. Escucho los diálogos en mi cabeza y los escribo. Las palabras son totalmente auténticas en relación a los personajes, incluyendo el ritmo y la cadencia. Es algo que no le puedo explicar a nadie más, pero es lo que ocurre, como si estuviese escuchando secretamente a personas reales y transcribiendo lo que dicen y hacen.

-Tus videos están ordenados por géneros como si estuvieses dispuesto a hacer cualquier tipo de cine. ¿Hay alguno en el que te sientas más cómodo?
-Honestamente, me siento cómodo en todos los géneros, pero no fue así desde un principio. Cuando comencé como actor en Nueva York durante los años 80, era muy serio e intenso; la comedia no era mi fuerte. Tenía el tipo intenso y taciturno, una mezcla entre James Dean y Al Pacino, y era contratado casi exclusivamente para roles dramáticos. Pero con el tiempo fui superando eso, no por un esfuerzo consciente sino que por una progresión natural. Cuando comencé a trabajar en mi One-Man Showcase, me había disparado hacia todas las direcciones y había desarrollado una habilidad para todos los géneros, tanto como actor como escritor. Es por eso que no me considero un escritor, ni un actor, ni un cineasta, sino que un "estudio cinematográfico de un solo hombre". Puedo hacerlo. Soy como todo un equipo en una sola persona. En mis videos soy el actor protagónico, la actriz protagónica, los secundarios, los extras, el guionista, el director, el productor, el editor, el director de fotografía, el sonidista, el iluminador, todos. Hice comedia, drama y todo lo que hay entre medio. Tengo una visión creativa de prácticamente todos los aspectos dentro del proceso de hacer cine. Lo único que no hago es componer música.

Foto Promocional de Absolutely Smashing

-Entiendo que preparas un largometraje. ¿Cómo sería?
-Todo los proyectos que he tratado de levantar en los últimos 30 años han sido largometrajes, pero actualmente estoy planeando una franquicia de seis películas. Comenzó como un guión llamado Absolute Smashing que originalmente concebí como único, pero luego escribí cinco secuelas más.

Aunque transcurre en los años 60, no es una parodia camp como las películas de Austin Powers. Se trata de una serie de sofisticadas películas de espionaje que combinan acción, aventura, humor, drama, intrigas y romance. Como el personaje principal es una cantante pop que tiene una vida secreta como espía, la franquicia funciona también como una cápsula del tiempo de la música, moda y cultura pop de los 60.

Storyboard de uno de los proyectos de Laz Rojas

A este proyecto le he dedicado mi vida. Es muy ambicioso y tiene un gran potencial comercial. Además es capaz de generar una variedad de spin-off y merchandising como juguetes, discos e incluso una línea de ropa. Cuenta además con un rol icónico para la actriz principal que podría transformarla en la nueva Audrey Hepburn y un papel de galán sofisticado al estilo de Cary Grant. Juntos forman una pareja encantadora.

-¿No te parece que un salto a la gran industria podría acabar con el encanto de la independencia?
-Mis planes, desde que escribí mi primer guión en 1985, han sido trabajar con grandes presupuestos. De los 20 guiones que escribí antes de Absolutely Smashing y sus secuelas, solo dos podrían ser realizados con bajo presupuesto. El resto son películas de estudio. Así que nunca me he considerado como un director de bajo presupuesto o un cineasta independiente. Mi objetivo es llegar a Hollywood y el One-Man Showcase es un medio para lograrlo. Sé que por su naturaleza es una producción barata y debido a su divulgación dentro de la comunidad de cineastas independientes me he ganado la reputación de ser un director de bajo presupuesto. Pero nunca me he visto de esa manera.

Así y todo, reconozco que mis videos tienen encanto, pero cada escena pertenece a un guión que pretendo filmar con un presupuesto de estudio. Así que el dinero no afectaría mi dedicación a la historia. Por el contrario, me permitiría expresar completamente mi visión creativa, explotar todo el potencial de mis proyectos y concretarlos de la manera más cercana posible a cómo los concebí.

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