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Historias de Nueva York El universo Scorsese en la Cinemateca francesa

En su recta final (finaliza el 14 de febrero) está la exposición que la Cinemateca francesa preparó para Martin Scorsese. Una descripción sobre los temas que aborda la mítica sala parisina de uno de los más reconocidos directores norteamericanos.

Por Pamela Biénzobas

Si la visita a la exposición en su honor fuera filmada por Martin Scorsese, probablemente sería un plano-secuencia partiendo frente a las puertas cerradas del ascensor, en la planta baja de la Cinemateca francesa. Se abren, avanzamos, vemos los botones y un dedo apretando al lado de su nombre en letras amarillas sobre fondo negro. Nuevamente las puertas se separan, y un guardia sonríe e indica la entrada al espacio de exhibiciones temporales del edificio de Frank Gehry conocido como "la bailarina".

 Scorsese y Robert de Niro en el rodaje de Taxi Driver (1976)                                Martin Scorsese Collection, New York

"Scorsese – L'exposition" toma como base la muestra organizada en 2013 en Berlín por la Cinemateca alemana (Deutsche Kinemathek – Museum für Film und Fernsehen), ampliándola a una escala mucho más vasta para celebrar al cineasta en Francia, tomándose los muros de tiendas y estaciones de metro y tren de París, y también coincidiendo con el homenaje que le rindió el festival Lumière de Lyon, además de la retrospectiva integral de su obra.

Es un evento concebido para despertar al cinéfilo que (casi) todos llevan dentro y recordarle cuán familiar le resulta el universo de Martin Scorsese. Su cine forma parte de la vida de todo el mundo, y la exposición está montada para deleitar a todo el mundo, compartiendo una cantidad enorme de material proveniente sobre todo de los archivos del propio cineasta. Como para recordar esa familiaridad, una antesala nos recibe con cuatro pantallas proyectando algunas de esas escenas que ya pertenecen al imaginario colectivo.

Enseguida viene el recorrido organizado por temas, con una división que responde a ciertos clichés sobre el mundo según Scorsese. En algunos casos, como la ciudad de Nueva York, la conexión es tan potente y natural que hasta podría haber sido el eje de toda la muestra (como en el caso de la espléndida "Pasolini-Roma", en las mismas salas hace dos años, y que lograba una mirada a la vez profunda, detallada, y extremadamente amplia). Por el contrario, el capítulo acerca de las relaciones entre hombres y mujeres, dentro de la sección inicial sobre "nuevos héroes" (que abarca también a la familia ítalo-americana y a los lazos entre hermanos) se siente artificial y forzado para agrupar objetos siempre interesantes, desde storyboards hasta accesorios de rodaje.

Rodaje de La última tentación de Cristo (1988) © Universal City Studios Inc.

Más interesante resulta la propuesta del tema de la crucifixión para revisar a la vez el aspecto religioso, de manera más simbólica; concretamente en el proyecto de La última tentación de Cristo, y, ya directamente en lo que concierne la puesta en escena de Scorsese, la utilización del crucifijo como objeto y la cruz como postura de personajes en tormento.

Entre material más anecdótico como bosquejos de vestuario o fotos "de familia" en el set, también hay documentos reveladores de la manera en que el realizador aborda sus proyectos, como el intercambio de cartas con un prisionero cinéfilo que había revisado la verosimilitud del personaje de Max Cady en Cabo de miedo. La exposición también explora la fuerte relación de Scorsese con la música, y deja un espacio importante a su cinefilia, en lo personal y en las influencias que han formado su cine. Un excelente ejemplo es la ilustración de cómo el combate final de Raging Bull fue construido a partir de la escena de la ducha de Psicosis de Hitchcock, a quien Scorsese rinde permanentemente homenaje. Como en este lúdico (y probablemente muy rentable) proyecto publicitario para la marca catalana de cava Freixenet, proyectado en pantalla grande (accesible aquí).

La exposición se puede visitar hasta el próximo 14 de febrero en París, y aunque no es de lo mejor que ha presentado la Cinemateca francesa en torno a un autor, definitivamente vale la pena. Pero lo interesante es que también, en cualquier momento y desde cualquier lugar, se puede y se podrá acceder a una presentación en línea y sobre todo a valioso material producido para la ocasión.

En esta página, el sitio de la Cinemateca (en francés) ofrece un recorrido por los espacios a través de fotos. Bajando hacia el final o pinchando en la palabra "découvrir" arriba a la derecha, se pueden ver y escuchar conferencias sobre el trabajo del neoyorquino, además de una conversación –él en inglés– de una hora que sostuvo con Serge Toubiana, presidente y director general de la Cinemateca, y el cineasta Costa-Gavras (ver aquí). Aunque el largo texto está solamente en francés, el excelente mapa interactivo de "Martin Scorsese, historias de Nueva York" (ver aquí) permite visitar distintos rincones de Nueva York filmados por Scorsese ilustrados por las escenas allí filmadas. Pues más allá de recuerdos y teorías, es de eso que realmente se trata todo: sus inolvidables películas.

Storyboard de Martin Scorsese para Toro Salvaje (1980) / Martin Scorsese Collection, New York

Vea además: El plano secuencia de Martin Scorsese según el análisis del crítico francés Bernard Benoliel

 

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