Entrevista
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Alberto Fuguet, escritor chileno Las confesiones de un cinépata |
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El periodista, crítico de cine, escritor y autor de la reciente novela Las películas de mi vida ahora salta al abordaje de una nueva conquista: quiere ser director de cine. "Se arrienda'' se llama su futura opera prima, la protagoniza Luciano Cruz Coke y se trata de una "character movie'': una película de personajes que cuenta la vida de un músico de películas.
Por Ernesto Garratt Viñes
Es la una de la tarde y Fuguet me concede una entrevista en el bar del Hotel Pedro de Valdivia. No soy el único que quiere hablar con él. Su presencia en el Festival de Valdivia –con motivo del lanzamiento de Las películas de mi vida, su última novela- no ha pasado inadvertida. El texto es una exploración al pasado infantil de un personaje muy parecido a él: Beltrán Soler, un sismólogo chileno que comienza a desentrañar a través de las cintas que marcaron su infancia su pasado familiar entre California, Estados Unidos, y Chile. Fuguet también ha experimentado el vaivén de los viajes entre el Norte y el Sur de América. Creció en Los Angeles y vino a terminar su niñez en Chile. Periodista de la Universidad de Chile, crítico de cine, escritor, guionista y próximamente director de cine. Así es: está a punto de debutar en la dirección con su largometraje Se arrienda, protagonizado por Luciano Cruz Coke, quien se repite con Fuguet después de colaborar en Un lugar de la noche (retitulado como Dos hermanos), en donde Fuguet fue guionista.
Tu libro ha tenido una estupenda recepción, ¿te lo imaginabas?
Nunca he tenido costumbre de esperar nada favorable...Yo la única vez que tuve esperanzas fue con mi primer libro. Pensé que saldría en titular como Sobredosis: nace un nuevo escritor, que es el sueño de todo el que debuta. Pero, puta, me mandaron a guardar y me trataron super, super mal. Y ahí fue como me empecé a acostumbrar. Pensé luego que con Tinta roja iba a tener buena crítica y tampoco la tuve. Así que ahora no sabía qué esperar y me ha sorprendido favorablemente. Obviamente es mejor tener críticas positivas que negativas.
¿Sentiste la presión de hacer un libro mayor y por lo mismo de gran extensión?
Es un libro "grande corto'', como lo llamo yo. Es que estudié mucho el género, ese de la saga de aventuras familiares infantiles. Hay varios representantes y uno de ellos es también La casa de los espíritus, que fue uno de mis pilares. Hace años atrás yo había dicho que iba a escribir La casa de los espíritus, pero sin los espíritus. Y me gustó mucho La casa de los espíritus cuando estaba mochileando. Me acuerdo que en la escuela de periodismo fue un gran hit. La gente se sabía varios detalles, pero no me gustaba tanto la parte de realismo mágico, con Remedios y Blanca. Sin embargo, es el primer libro que yo sentía como chileno, que era sobre el golpe de estado, sobre historias más inmediatas. Pero te repito, no me gustó el realismo mágico. Fue una de las primeras veces que empecé a atacarlo.
La portada de Newsweek, en donde Fuguet aparece como parte de la generación McOndo, esa que desprecia el aporte de Gabriel García Márquez, fue la máxima expresión de este ataque. "Con todo lo que yo huevié con McOndo, al final terminé jugando con eso'', dice sobre algunas escenas cargadas de exotismo y que parecen sacadas de un catálogo de lo fantástico, como cuando hay una estampida de loros en el barrio californiano del protagonista. "Es la escena que más me gusta", me confiesa. "Lo que yo quería probar es que esas cosas -las raras, las fantásticas- ocurren, pero que hay explicación. Me molesta que hablen de ovnis porque ovnis no hay. Pero de repente hay avalanchas. Yo nunca haría una película con sapos, como Paul Thomas Anderson. Me encanta Magnolia, tampoco tengo nada contra eso... Lo que pasa es que algunas cosas tienen explicación. Si el elefante corre por la Alameda es porque generalmente se escapó de un circo".
Pero en tu novela igual dejas claro un tono de exotismo y realismo mágico
Más que el realismo mágico hablemos de bizarrismo o freakismo.
¿Un freakismo mágico?
A mí me encanta Gremlins. Es el mejor ejemplo de película con realismo mágico, pero con explicación. Aunque sea una explicación estúpida: que no les des agua pasada la medianoche a los bichos. Lo pasai bien con todo lo fantástico, pero ahí está su explicación científica. En todo caso, me parece interesante que yo termine siendo realista mágico. Sería una venganza de García Márquez.
Claro, porque hay una trasvasije interesante: usas el cine, la TV, la música y la cultura pop, y todo eso lo rediseñas en una tecla similar al realismo mágico. ¿Es para sorprender al lector gringo?
Puede ser, puede ser. Te lo acepto. Sería tonto de mi parte negarlo y pelearlo. Leí algo interesante en Estados Unidos. En Entertainment Weekly, que al final dice más o menos lo que estás diciendo tú. Me encantó que la crítica no me comprara el antirealismo mágico: El autor sabe perfectamente que el nuevo realismo mágico son las películas, dice la nota.
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| "En literatura soy más como Spielberg" (Fuguet) |
¿Por qué esta fijación por la infancia y la adolescencia? En la novela te preocupas por los recuerdos de niñez y en tus otros trabajos el eje ha sido la adolescencia y la juventud
No lo sé. Pero sí distingo que en el cine me veo más adulto, entre comillas. En literatura soy más como Spielberg. En todo caso tiene que ver que un libro más adulto lo estaba haciendo y se me fue de las manos. Era sobre Michael Townley.
Que aparece citado en el libro como Mike Tanner, me parece...
Aparece citado. Ahí trato mucho de no responder. No sé, habla con mi siquiatra... Creo que todas las películas que me gustan tienen un héroe y todos los héroes a la larga tienen que aprender algo. Ahí viene como la épica. Y a mí me molesta escribir sobre escritores. Me molesta que todos los libros sean sobre escritores. Y aquí obviamente yo me di cuenta que era una precuela, que todos los mis libros están ligados y que esta iba a salir una precuela. Lo que pasa es que este libro infantil yo esperaba hacerlo como a los 70 años.
¿Así que "Las películas de mi vida" lo catalogas como un libro infantil?
No es para Alfaguara infantil, claro. Pero En busca del tiempo perdido, los primeros tomos, son, entre comillas, libros infantiles. Me gusta un libro en ese sentido de William Styron, y a larga es muy difícil escribir un libro infantil...Otro autor que me marcó mucho, aunque suene ondero porque ganó el Nobel, pero hay libros de J.M. Coetzee, Infancia y Juventud. Títulos impresionantes, arriesgados.
Cinépata Producciones
Que Fuguet presente su nuevo libro en Valdivia no es casualidad. No es que la novela la inventara acá, pero fue aquí donde encontró alguno de los temas de la novela y el perfil profesional que necesitaba para su protagonista.
"La primera vez que uno viene a Valdivia, no ve tanto cine y sale a recorrer. Una de las personas que me acompañó mucho esa vez fue Carlos Flores (director de cine). Él me contó muchas cosas sobre el terremoto como cuando se cayó tal puente. Yo quedé muy impactado con esas historias y después cuando opté por el tema de la sismología, y me largué a investigar, Valdivia se repetía en todos los libros extranjeros y en todas las bibliotecas de sismología".
Pese a eso, su primera opción fue que Bertrán Soler fuese enólogo. "Era buena la idea del enólogo en Chile, un país que hace vinos. Hay pocos países en el mundo que hacen buen vino".
Además en California también tiene buen vino...
Y California nunca lo imaginé. California salió mucho más tarde. Yo siempre tenía claro que no se podía escribir sobre California. Yo era chileno y me iba a sacar la chucha si lo hacía. Pero, bueno, los lazos con California aparecieron después pero siempre aposté por la enología. Pero con el tiempo la enología se volvió una estupidez. Lo que sí me parece es que este hobby, la enología, transformó a muchas personas en personas ricas. Y es la única profesión que te paga por ser borracho. Hay libros, gente que ha hecho una carrera envidiable y creo que se volvió un poco fashion. No podís hacer un libro fashion. O sea, podís hacerlo pero tenís que pagar los costos.
¿Y cuando se te ocurrió lo del sismólogo?
Un día tembló, estaba viendo Chilevisión creo, y salió en pantalla un sismólogo y me pareció tan loser, que me levanté y anoté "sismólogo" en mi pizarrón. Me puse a investigar. Pensé que me iba a arrepentir, pero todo cayó encima.
Cayó encima... vaya expresión para un cuento de sismólogos...
Claro, está lo del lenguaje. Uno adopta a su lenguaje esto de los temblores y terremotos. Es típico de pueblos como el nuestro.
¿Y hay en California expresiones que reflejen este carácter sísmico, como "se me cayó todo encima’’ o "se me movió el piso’’?
Menos, menos, mi impresión es que el inglés es menos literal con todo ese tipo de expresiones... Me gustó de los sismólogos es que son como los poetas de la ciencia. Como el crítico de cine, o el poeta o el cineasta. Realmente no le sirven al resto. La gran diferencia con un científico, y el científico perfecto es el médico porque salva vidas. Salva.
Fuguet se muestra un poco reacio a hablar sobre su debut en la dirección de películas. Ha dicho que se trata de una película intimista que muestra a un tipo que cree que su vida vale poco y nada y que se da cuenta de su error.
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| Fuguet presentando en Valdivia el libro acompañado del actor Luciano Cruz Coke |
¿Pero de qué se trata?
Es un drama romántico.
¿Es un proyecto poco comercial?
Comercial es que recupera lo invertido. En ese sentido puedo ser comercial. No voy a romper la taquilla. Para mi gusto Punch drunk love (Embriagado de amor) en Chile es una película ultra comercial. Tuvo más de 30 mil espectadores. Tú sabes que Before sunrise (Antes del amanecer) es la película que mejor le ha ido en el mundo... No es un Terminator, pero es más intimista si quieres.
A eso me refería... ¿y de qué va la trama?
La sinopsis -que la tengo preparada y ya se la conté a los actores- es la historia de un hueón que cree que su vida es como las hueas y que se da cuenta por casualidad que no lo es. Es jugar con una epifanía. Siempre he hablado de las epifanías en mis críticas. Un gil que cree que su vida era un vaso medio lleno y que entra por otro ángulo y se da cuenta que el vaso está casi rebalsando... Luciano (Cruz Coke) es un músico de películas.
Bien cinéfilo el proyecto
No lo había pensado.
Se arrienda que Fuguet co escribió con el joven periodista Francisco Ortega, es uno de los proyectos de su productora Cinépata Producciones. Además tiene el proyecto de llevar al cine Mala onda y la cinta Cuarto C, sobre la reunión de ex compañeros 15 años después, con guión de Fuguet-Ortega y con la dirección de Martín Rodríguez, el realizador de Un lugar de la noche.
Con Luciano Cruz Coke ya habías trabajado, ¿quieres que se convierte en tu actor fetiche?
Me gustaría que fuera mi alter ego. Compartimos hartas cosas: él ha tenido que probarse y eso te templa. Uno no entra a la primera. Yo he tenido que conquistar muchas cosas. Me gusta de él que ya pasó la etapa de las portadas y ya no es el galán de moda. Además de verdad creo que demostró harto en Un lugar de la noche y también en teatro. Confía en el texto y es capaz de hacer Tennesse Williams y Eugene O'Neill.
¿Y quién está a cargo de la música de la película? Algo crucial para una película sobre un compositor de música para el cine.
La banda sonora está a cargo de Gabriel Vigliensoni (ex Lucybell) y ha sido super interesante trabajar con él. Le fuimos presentando a Danny Elfman, Bernard Hermann y quedó fascinado. No todos los músicos de la calle saben quienes son esos músicos. Él aceptó el guión porque se sentía parte de su vida.
Rubios haciendo películas poblacionales
¿Por qué se llama "Se arrienda" tu película?
Porque trata de un músico de cine que no vive de su arte y que se dedica a arrendar departamentos. Es corredor de propiedades. No quiere venderse, no quiere hacer jingles, quiere hacer música. A él le gustaría trabajar con Tim Burton, pero en Chile no hay plata. Tiene un conflicto. Es del mundo artístico y es como decir '¿Hago o no teleseries?', '¿Soy o no Yerko Puchento?', '¿Me vendo o no vendo?'.
Y tú, ¿te vendes?
Creo que me arriendo bien. No siento que me vendo y tampoco siento que no hago nada. No me siento culpable de nada de lo que hago
¿Pese a lo que pueda decir Bolaño sobre tu portada en Newsweek?
Es parte del sistema. Además Bolaño no me atacaba tanto. Que hable Bolaño de ti ya es más importante de lo que él dijo. Bolaño se vendía como un ser detestable. No creo que pueda ser tan detestable porque escribía muy bien. Además leerlo te dan ganas de escribir. Y hay ciertas películas que te dan ganas de filmar. 25 watts, por ejemplo. Salí de verla y me dije: he estado perdiendo el tiempo no filmando. Salí asqueado conmigo mismo. Es el tipo de debut que uno sueña.
¿Así sería tu debut?
No. Menos adolescente. Pero ese es el tipo de filme que me hubiera exigido hacer hace diez años.
¿Y "B-Happy"? Me parece tan fresca que podría considerarse el debut de Gonzalo Justiniano.
Pero a los 50. No la vi. ¿Pero qué significa debutar? Yo siento que este es mi primer libro. Siento que todo lo anterior fue un ensayo, un trabajo. Uno no siempre debuta con el primero.

Especulando: dado tu fuerte ligazón con la cultura gringa, ¿te gustaría filmar en Estados Unidos?
Nunca se me ha pasado por la mente. Lo único que me interesaría es conseguir plata y distribución. La única persona que encuentro chora por lo que ha hecho como experimento feliz es la Isabel Coixet, catalana que estudió en Estados Unidos y que trabaja a nivel indie. Tiene una película que me encanta, Cosas que nunca te dije, con Lily Taylor y con Andrew McCarthy en el mejor rol de su vida. Fantaseando, una cosa así me gustaría.
Y Fuguet lanza otra fantasía: "Me gustaría que los cineastas tuvieran mucha identidad: ser chilenos. Bueno, ni siquiera chilenos: penquistas, porteños, santiaguinos, sanmiguelinos, lascondinos, ese sería yo. Tal como Manhattan está repartido en todas las parcelas: Brooklyn y Lower Manhattan para Allen, Little Italy para Scorsese. Así debiera ser. O sea, qué ganas que haya un cineasta poblacional que haga películas poblacionales y no hueones rubios que hagan películas poblacionales. Qué ganas de ver una película de Cerro Navia, pero de verdad. Así como Scorsese, que habla de Little Italy porque él es un tipo de ese barrio de verdad. O qué ganas que los actores que hablen en español no tengan identidad y que su identidad sea sólo el español. Que yo pueda trabajar con Gael García o con Nicolás Mateo, de la cinta argentina Nadar Solo (que estrenará el cine arte Alameda). Me gustaría que un actor extranjero pueda hablar como un chileno poblacional. Hasta ahora el único que ha hecho eso es Gael en la película del Che Guevara, donde me dicen que está perfecto como argentino. Hablar como chileno debe ser igual de complicado que hablar como colombiano, argentino. Lombardi quería hacer eso con Fele Martínez en Tinta Roja... Que ganas que Benjamín Vicuña, por ejemplo, fuera solo actor de cine... El único actor de cine que existe realmente en Chile es Juan Pablo Ogalde. Como que nadie lo ha visto demasiado en la TV. Y él es superior a todas las películas en las que ha estado. Además tiene una cara rara. Es un actor timburtoniano. Yo le dije aprende inglés, trata de meterte a alguna cinta gringa decente y anda a un festival y Tim Burton te llama mañana''.
Fuguet dice que tiene pensado un pequeño rol para Ogalde: "Lo quiero usar porque mi película tiene una película dentro de la película''.
¿Cómo "Estallido mortal" de Brian de Palma? Travolta es un sonidista de una película mala y De Palma rodó una segunda cinta...
Sí. Hay algo así. Entonces tenemos que hacer una película dentro de la película y no tiene nada que ver con ese tipo de cine que me interesa. Es de terror. Es blanco y negro y engrupida. Tiene un elenco aparte y la vamos a filmar en digital. Es más como Exterminio. Estábamos tratando de imitar eso.
Publicada el 02/11/2003
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