Entrevista
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Pablo Ávila, compositor chileno "Una banda de sonido debe preparar los silencios" |
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Ávila es un nombre nuevo dentro de la escena de los compositores chilenos. Con dos partituras, una de tintes acústicos (Paraíso B) y otra volcada a lo electrónico (El nominado), representa nuevas texturas sonoras para el cine nacional y da la impresión que su trabajo resultó más interesante que las películas que acogieron su trabajo musical.
Por Jorge Letelier
Suena irónico, pero cuando Pablo Ávila pudo dedicarse más o menos profesionalmente a componer música de películas, fue cuando lo despidieron de ChileFilms. El dejar atrás un puesto como encargado de posproducción, le permitió retirarse con "los bolsillos llenos", e invirtió lo necesario para hacer una banda de sonido "por el gusto de hacerlo bien". La depositante de sus esfuerzos fue Paraíso B, el filme de Nicolás Acuña estrenado el año pasado. Luego de esa experiencia, vino El nominado, donde Ávila cambió las melodías acústicas del filme de Acuña por una banda electrónica deudor más bien del ambient y las atmósferas, para ilustrar el encierro de un grupo de jóvenes en un búnker cordillerano. En conversación exclusiva con Mabuse, se refiere a su trabajo en estas cintas y su mirada sobre la composición musical en el cine chileno.
-¿Cuándo empiezas a acercarte a la composición para cine?
-Fue cuando me solicitaron utilizar una canción de un disco mío de piano, Lunachena, como el tema principal de Paraíso B. Eso fue a través del productor musical Jaime Román. Originalmente, Paraíso B no tenía música incidental y era netamente un approach comercial a la musicalización de la película.
-Esa variación, de la composición "general" a la cinematográfica, ¿fue un cambio fuerte?
-El 90 % de mis discos son bandas sonoras, y disfruto mucho la música en cine, pero nunca me había planteado el meterme a hacer música para películas. Había hecho para documentales, pero no había probado mis aptitudes en cuanto a dramatizar musicalmente y en cuanto a orquestación. Yo soy hombre de piano y la orquestación estaba algo alejado de mí. Hay relación y el compositor siempre está sugiriendo, pero llevarlo a otros instrumentos es una técnica aparte, yo lo veía como algo rozando lo sagrado.
Y en Paraíso B sucedió que me interesó la película, la vi como una tremenda historia de amor, y me pareció que debería tener el beneficio de contar con una banda sonora decente. Nunca he pensado que un compilado de canciones metidas por marketing, como dos canciones conocidas y el resto un picadillo para promocionar el resto de los cachos del sello constituyen una banda sonora. Es una lástima que se haya caído en ese extremo usando el marketing en forma cruzada con el fin de que haya más promoción.
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| Pablo Ávila en el rodaje de El nominado |
-Pero luego de entregar ese tema, tú compusiste la banda sonora completa
-Fue inevitable meter la cuchara, lo propuse, hice unos demos y funcionó muy bien. Llegamos a un punto en que la película estaba casi lista, e hicimos una presentación con la música definitiva a los productores ejecutivos para la posproducción final y lanzarla. Entonces sucedió que algunos quedaron horrorizados con la película, y alguien propuso cambiarle el final. Esto sucedió un año y dos meses antes del estreno (agosto de 2002), porque después de ese visionado se fue postergando y postergando. La música fue bien calificada, pero el tiempo extra que se dieron para filmar algunas partes, dio pie para que yo propusiera orquestar la música y darle el peso apropiado.
-Pero al final no quedó nada de ese trabajo
-No se usó toda por los intereses particulares del productor musical. Fue penoso escuchar como dañaron la película. Yo me quedé tres meses en la mezcla de sonido vigilando que no volaran mi música. Mi entrada a Paraíso B fue hostil, y Nicolás (Acuña) estaba entregado a los juicios de la producción musical. También hubo problemas con la gente de sonido, ya que ellos se habían preparado para una película llena de ruidos por todas partes, y uno de los problemas cuando se llegó a hacer la mezcla dolby, es que había tantas pistas de sonido que no cabía en las instalaciones donde fueron mezcladas. Sino cabía esa cantidad de sonidos, menos cabía la música.
-Pero no utilizar la música no fue lo único
-Yo me vi en el poster y después no me vi en el poster. Pusieron sobre mi nombre a otra persona. Yo no le puse mucha atención al tema, y fueron mis amigos los que me hicieron parecer tonto, diciéndome, oye pero estuviste casi un año trabajando en la película y no te ponen en el cartel. Nunca le pregunté a Nicolás qué pasó, la verdad no es un tema para mí porque yo me quedé con un disco súper potente. Fue mucho más distorsionador que sacaran un disco con puras canciones, ya que me dijeron que funcionaba mucho el tema de una banda de sonido "gringa" inserta en una película chilena.
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| Paraíso B: Juan Pablo Ogalde y Leonor Varela |
-Tengo entendido que también ibas a hacer la música de El visitante nocturno, de Pepe Maldonado
-Conversé con Pepe pero él tenía un compromiso previo con Jorge Arriagada. Compuse algo, que está en el video de internet de El nominado donde sale María Elena Swett. Esa era la idea para el tema principal de la película del Pepe.
Melodías ambientales
-Para El nominado cambiaste radicalmente de registro
-El nominado fue una cosa casual. Me encontré con Gabriel López, y a Nacho Argiró le había gustado la música de Paraíso B. Me dijeron que querían una partitura tecno industrial, dado que el focus de la película eran lolos, y el búnker es algo desolado y oxidado, y les pintaban bien las sonoridades electrónicas. Yo no entendía nada del tecno, así que me ilustré, pero igual para mí fue una joda porque no era mi lenguaje, pero tampoco podía dejar pasar una película que tenía un buen concepto por no hacer mi tarea. Estaba en eso cuando de repente una noche, cuando se me materializó Miguel (Sebastián Layseca): fui a la cocina, tiré un micrófono al suelo y me fui caminando hasta el micrófono y silbé. Al otro día llamo a los chicos, les pongo la música y quedaron con los pelos parados. Estaban escuchando a Miguel, al malo.
-¿Cómo fue el método de trabajo?
-Me propuse un approach distinto, para poder crear estas atmósferas, aplicarlas en la filmación y que sirvieran de una suerte de base rítmica que unificara casi coreográficamente las actuaciones dentro del búnker. Cuando se inició la filmación, los actores escucharon la música, en especial estos pasajes microtonales, y de hecho cuando entraron al búnker les dio una sensación única que afectó positivamente su desempeño en la película.
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| Sebastián Layseca (Miguel), acosando a Ingrid Cruz |
-La música tecno industrial es rítmicamente muy dura, no te predispone a un estado de ánimo como lo hace el estilo atmosférico que tiene la banda sonora. ¿Cómo fue el paso para variarla?
-Después de haber presentado estas muestras del clima musical, la idea tecno industrial se diluyó y sí se introdujo una idea moderna en la música, en especial en el show televisivo, pero lo manejé en un lenguaje más híbrido con la otra música que está en la banda sonora, que es más acústica y dramática.
-Me dio la sensación de que la música, en terrenos del género del suspenso o del thriller en que está inmersa la película, va más lejos que las imágenes.
-Sentí que ese camino -que si bien no estaba implícito en la pantalla- se podría asociar con la siquis del asesino. La música estaba reflejando lo que estaban sintiendo los chicos por dentro. Si se me pasó la mano, acepto mi culpa. Creo que es un problema que te digan qué buena la música. El objetivo es que sea buena la película, yo no tengo como objetivo usar una película para lucirme.
-¿Quedaste satisfecho con el resultado?
-Me encantó la experiencia de El nominado, totalmente opuesto a Paraíso B, que funcionó en otros niveles y me resultó mucho más emocional como experiencia final.
Pero la música de El Nominado es más madura. Cuando hice Paraíso B me hubiera gustado saber tanto de música como ahora. Desde el punto de vista técnico orquestal es un poco insuficiente, en cuanto a armonías y contrapunto. Hay una simplicidad entre comillas, pero más bien se trata de que recién estoy aprendiendo la técnica. Aportó sobre la película, pero en algunos momentos es acusete respecto a las carencias técnicas. Me hubiera gustado hacer Paraíso B después de esta.
-Creo que esta opción atmosférica se pierde en parte al acabar la proyección, porque justamente no tiene líneas melódicas muy definidas
-Pasa que el leitmotiv no es catete. Si ves la película, notarás que sí hay leitmotiv. Está el del asesino, hay partes dramáticas y otras atmosféricas, y vas cachando que son variaciones sobre el silbido del asesino. Todo el interludio inicial, en la parte del casting. Al final de la película se vuelve a tocar la música del principio, el del asesino, que es el tema de la película. Creo que el disco da una impresión diferente a la de la película. Un buen ejercicio es verla, escuchar el disco y luego volver a verla.
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| Gabriel López y Nacho Argiró, los cerebros tras El nominado |
-Viéndolas a la distancia, cuál prefieres ¿Paraíso B o El nominado?
-La banda de Paraíso B está más cerca de mis preferencias temáticas. Para mí la banda de sonido es con piano sólo. La simplicidad máxima, porque el nexo entre compositor y espectador es íntimo, más personal, hablemos de piano y cuerdas. Además, se valoran más los silencios. En realidad, una buena banda de sonido para una película, debiera ser una preparación para los silencios. Cuando le paso la pelota a los actores, al diálogo, a la acción, eso es preparar los momentos. Eso es lo que provoca verdaderamente de la obra cinematográfica, y no esa cosa manipuladora tipo Cinema Paradiso que dice lloren porque la señora está sufriendo.
-¿Cuáles son tus compositores preferidos?
-Me gustan mucho los antiguos, Alex North, Miklós Rozsa, y de ahí para adelante. Disfruto a Jerry Goldsmith y sabes que la partitura que estás escuchando es de él. Elmer Bernstein también, por su variedad en base a un lenguaje propio.
-¿Crees que hay una estandarización en las bandas sonoras nacionales?
-Sospecho que ellas tienen mucho más que ver con la imposición del director a que un compositor esté entregando en forma llana lo que tiene que decir. Eso afecta a la música porque considerando los pocos recursos y el poco tiempo que se le da al músico, va a resultar algo forzado. A mí me gustaron partes de Sub-terra, de Horacio Salinas, pero él tiene música muy hermosa y siento que en la película no estaba porque no lo dejaron o estaba tapado en la mezcla de sonido, que privilegió otros elementos y no la música. Pero yo sé que como entrega musical él da mucho más. Estaba pero no estaba.
Publicada el 18/11/2003
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