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Cines España y Lido A la sombra del popcorn

El centro de Santiago que fue, valga la redundancia, el centro de los grandes cinematógrafos ha ido paulatinamente cediendo sus espacios a bancos, teletrak, cadenas de video, cines porno y a las mismas multisalas que fueron las que terminaron asfixiándolos. Sin embargo, los dos últimos viejos cines céntricos, el España, en la galería del mismo nombre, y el Lido, en Huérfanos con Mac Iver se niegan a morir, sobreviviendo con películas a precios populares.

Por Alejandro Castro

La señorita desliza por su cuerpo el vestido de gala, introduce sus delicados pies en los zapatos de tacón y cuelga de su cuello el collar que usa para ocasiones especiales. Afuera la espera un joven adecuadamente vestido con traje y sombrero, cuya postura recta y seria, no logra aplacar los ojos escrutadores de la madre de la niña. Hay una emoción especial, una expectación creciente. No es para menos. En unos momentos más, la pareja se dirigirá al centro a una apasionante función numerada de vermouth.

Cincuenta años después la imagen de esa cita romántica es una vieja postal que contrasta con el actual centro capitalino lleno de multisalas donde una masa de jóvenes atiborrados de gaseosas y popcorns se pelean los asientos. Los únicos vestigios de esa antigua historia son las dos últimos recintos que quedan de aquella época que, con cero glamour y precios populares, tratan de salir a flote a cómo dé lugar: en la galería España, el cine del mismo nombre, y el Lido, un gigante con la única pantalla curva panorámica (el Kinopanorama de origen soviético) que hay en la ciudad.

Sandro: Éxito de ayer y hoy

Desde hace mucho, mientras trabajaba en una AFP, Emilio Egner soñaba con dar rienda suelta a lo que hoy llaman espíritu empresarial y trabajar en cine, una de sus pasiones. Ahorró dinero y arrendó el cine Lido, que con el afán de revivirlo ya contaba con dos rotundos fracasos anteriores en distintos rubros, primero como Music Hall (donde alcanzó a mostrarse la versión trasandina de Cabaret y un show de Natacha Guevara) y luego como templo evangélico. Afortunadamente las ensoñadoras voces de las estrellas de cine esperaron pacientemente que los atronadores discursos religiosos terminaran por agotarse. Apasionado del cine clásico, desde el principio trató de rescatar algo de aquel aspecto tradicional de la que fue una de las primeras salas de cine céntricas. Con funciones rotativas de filmes recientes, Egner tonifica al público de la tercera edad con clásicos absolutos como Lo que el viento se llevó. Dice que el público respondió tan bien ante esa oferta como lo hace ahora con sus ciclos de cine musical que tienen de protagonista al cantante Sandro. Un hecho insólito que piensa continuar con películas protagonizadas por otro legendario baladista español: Raphael. Con su socio, Egner pretende convertirse en una especie de distribuidor de este tipo de cine en formatos de Cd's y DVD que traen directamente desde Argentina.

Dos cuadras más abajo, después de avivar el deseo miles de voyeuristas con su cartelera erótica de soft porno (exhibiciones en video que seguramente por un error administrativo se mezclaron con películas destacadas de tinte erótico como ocurrió con No amarás de Kieslowski), el ex cine Montecarlo estuvo dos años abandonado hasta que llegó Eduardo Contreras. Con experiencia en la exhibición de películas, Contreras, que administró una sala en el Parque Arauco y el teatro El Ángel que le arrendó a la actriz Ana González, lo renombró como cine España y le devolvió a sus cauces cinematográficas en 35 mm. En las dos salas del España, Contreras ha proyectados filmes de apreciable gusto cinematográfico como Bowling for Columbine o Irreversible. Opción arriesgada que hace poco confirmó programando La tarea, filme mexicano que estuvo censurado por varios años en Chile y que pasó sin pena ni gloria por un par de salas hace unos meses.

Eduardo Contreras

Lo más curioso de Egner y Contreras es que pese a ser pequeños empresarios del rubro, que tienen en común el simbólico hecho de haber rescatado a estos antiguos cines del abandono, no se puede decir que se tengan simpatía. Una secreta disputa por el arriendo del ex cine Montecarlo los distancia. Ganó Contreras, pero es una espina que aún duele a Egner que pese a que el cine Lido está mejor ubicado, siempre ha considerado una ventaja las dos salas que tiene el España. Ventaja que para Contreras es menor, ya que considera perjudicial estar en una galería. Sin embargo, lo que realmente molesta a Egner es que estaba a punto de cerrar el trato con los propietarios del España cuando Contreras apareció y lo arrendó... No hay caso, en todos lados se cuecen habas.

Variables Adversas

De todos modos, quiéranlo o no, es mucho más lo que los une: la escasez de medios y la competencia con cines como el Hoyts. En realidad, Egner señala que no hay competencia posible, que las grandes cadenas tienen el monopolio en la distribución y, por lo tanto, es impensable estrenar una película simultáneamente con ellos debiendo conformarse con darla después. En ese sentido, la promoción de su cartelera es muy deficiente y ambos consideran que es el factor más importante que juega en contra de su taquilla. El presupuesto no alcanza, por ejemplo, para colocar un aviso en el diario, los costos se comen casi todo el dinero recaudado. Además Egner señala que no hay ninguna clase de apoyo para la gestión económica del cine. "El empresario chileno es un hombre de negocios de segunda categoría por el que nadie da crédito" dice categórico. Contreras es más optimista y confía que si la sala tiene una buena película, el público llegará.

Sexo con amor: el último éxito del España

En resumen, las grandes cadenas se llevan la mayor parte del público gracias a la publicidad, pero también debido a la mejor calidad de la proyección. Eso sin contar con que tienen mejores instalaciones (mantención y servicios) y el bendito pop corn que influye, pero que no es decisivo. ¿Cómo compiten, entonces? Precios bajos y promociones. Los días miércoles el cine Lido cobra $700 (cifra casi tan irrisoria como la que cobró en sus inicios: 500 pesos de lunes a miércoles) y el cine España tiene entradas rebajadas los miércoles ($1.200) y entradas dobles (2x1) a $1.600 domingos y festivos.

Pero Egner y Contreras están totalmente de acuerdo en algo: la crisis económica ha golpeado a sus potenciales espectadores. La gente va menos al cine. Por eso es importante encontrar a ese público extraviado con reestrenos atractivos. Para Egner la clave es escoger un filme golpeador, pero las sorpresas están a la orden del día. Todavía está sorprendido con el éxito de El Crimen del Padre Amaro que, por cierto, tuvo una discreta recaudación en los megacines. Para el cine España, el caballito de batalla fue Sexo con amor, siendo hasta principios de Diciembre el único sitio de la capital que todavía la tenía en cartelera. ¿Algún otro enemigo? El fútbol. "Un partido en la televisión siempre resta", afirma Contreras.

La nostalgia

Fachada del cine Lido

Entrar a cualquiera de estos cines es retroceder un poco en el tiempo. El cine como espectáculo puro acompañado únicamente de un discreto paquete de golosinas. Todavía mantienen espacios amplios, pero son desaprovechados por la falta ostensible de recursos. No hay jóvenes con jockeys deseándonos una buena función, pero tampoco está el viejo acomodador con linterna de antaño. Ofreciendo buenas películas a bajo precio tienen muchas dificultades para sobrevivir cuando debería suceder lo contrario. La masa igual se concentra en las multisalas de las transnacionales que, con todo, son las responsables del creciente aumento de la taquilla. Pero, ¿qué deben hacer estas pequeñas empresas?, ¿abandonar el negocio del cine?, ¿buscar nuevas propuestas sin transformarse en salas de cine arte? La pregunta importante es: ¿sólo quien tenga 3 mil pesos puede ir al cine? La libertad de mercado parece ser tan variable como la asistencia del público al España y al Lido. El renacimiento de estos cines significa más pantallas a precios módicos. Pero las grandes empresas extranjeras siguen llevándose el mayor botín en desmedro de los nacionales que viven con el agua hasta el cuello.

Publicado el 16-12-2003

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