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Andrew Bujalski

El realizador de Funny Ha Ha y Mutual Appreciation habla con Mabuse sobre su cine y su particular y precario sistema de producción, ajeno a los requerimientos de la gran industria norteamericana.

Por Alejandro Fernández Almendras desde Nueva York

Aunque Bujalski esté ajeno al circuito comercial, como cualquier cineasta ha hecho el clásico recorrido festivalero con sus películas bajo el brazo. Justamente esta entrevista sufrió un retraso debido a que el director se encontraba presentando Mutual Appreciation (2005) en los festivales de Lisboa (Portugal) y Jeonju (Corea del Sur). Bujalski sigue fiel a su método y no parece demasiado ansioso por terminar o modificar su forma de producción.

-Tengo la sensación de que tus películas no podrían producirse en otro sistema, por ejemplo con más dinero o con estrellas, que parte de lo que son se debe a cómo han sido hechas.

-Sí, es cierto. Creo que parte de lo que hace al cine tan interesante es que tal vez, más que en ningún otro medio, la forma en que algo es producido termina influyendo en la obra. Tal vez sea porque la cámara es esencialmente una máquina que documenta la realidad y por lo tanto siempre hay mucha más información en un plano que la que un director puede "controlar". Así que aunque por supuesto que nos hubiese gustado haber tenido más dinero –al menos para pagarle a todos los que trabajaron- creo que eso hace que al verlas uno sienta que nos estamos esforzando hasta el límite, lo que es algo muy interesante. Ver a un actor entrenado y con experiencia hacer algo que ha hecho por muchos años puede ser aburrido.

-Muchas cintas hechas con sistemas de producción más convencionales tratan justamente de eliminar una serie de cosas que a lo mejor son las que permiten que aparezca esa realidad que tú dices está más allá del "control" del director, como la improvisación o una historia que no sea tan clausurada, que permita distintas interpretaciones.

-Seguro, a fin de cuentas el medio es el mensaje y el sistema es el mensaje también. Yo no diría que mis películas son más "honestas" que las de otro, pues creo que eso depende del espectador y hay muchas películas hechas por los grandes estudios que para mí han sido mucho más relevantes que otras que han sido hechas en condiciones más rudimentarias, pero sí creo que nuestra metodología nos abre posibilidades que no tienen la mayor parte de los cineastas comerciales. He sido muy afortunado en este sentido, pero no hay que olvidar que mis películas no ganan dinero y que por lo tanto no es un sistema particularmente sostenible.

Funny Ha Ha

-Al ver Funny Ha Ha o Mutual Appreciation pensaba que el narrador era alguien que podría ser el mejor amigo de los protagonistas, un "amigo invisible", alguien muy cercano a ellos, alguien que vive esa misma vida o la ha vivido.

-Tal vez, y es una idea interesante, pues es cierto que nunca hubiese hecho estas películas si no sintiera gran cariño y empatía con los personajes. Pero espero que los espectadores puedan también encontrar la manera de transformarse ellos en los mejores amigos de los protagonistas, en esos "amigos invisibles", independiente de su historia personal. Lo que más me alegra es cuando veo a gente que se emociona con las películas que no son los que uno esperaría, por ejemplo personas mayores de 40 años.

-A mi juicio tus películas marcan una diferencia con cintas que tratan mundos similares, de jóvenes profesionales o que salen de la universidad, en parte porque no existe una idealización tan grande de esa edad ni un discurso generacional tan claro, incluso da la impresión de que tus personajes carecen de ese discurso.

-Es difícil responder a esto, porque también se puede decir que el mundo de mis películas está idealizado, o al menos "estilizado", algo que creo que no se puede evitar cuando lo que haces es una cinta narrativa. No sé si el espectador podría soportar una película narrativa que fuera 100 por ciento "realista", aunque supongo que deben de haber ejemplos, y por cada uno de esos ejemplos puedes encontrar gente que dice que eso no se parece en nada a la realidad. Supongo que yo trato de alejarme de la pregunta "¿cuál es la motivación de este personaje en esta escena?" o ese tipo de reglas cuando estoy escribiendo o dirigiendo, pues en mi experiencia he aprendido que las motivaciones pueden ser muy sutiles. Las personas se mienten a ellas mismas sobre lo que quieren y porqué lo quieren y muy difícilmente puedes saber lo que pasa dentro de una persona con sólo mirarla. Y en el cine lo único que puedes hacer es eso, mirarlos.

-Otro elemento llamativo en tus películas es cómo los personajes parecen estar atrapados en su lenguaje, como si nadie quisiera hacer daño a nadie y por eso se pasan mucho tiempo desdiciéndose, como si el hecho de tener que hacer siempre lo "políticamente correcto" los llevara a una especie de indecisión más profunda sobre lo que quieren y adonde van.

-Creo que algo de lo que decía antes apunta a esto. Esta tendencia de los personajes tiene que ver con mi propio temperamento, pues ciertamente trato de evitar todo tipo de conflictos en mi vida diaria. Y creo que eso es algo sumamente interesante en términos dramáticos. He visto demasiadas películas sobre lo que pasa cuando la gente se encuentra en medio de un conflicto. Al poco tiempo ya están todos gritando o disparándose porque los caminos por los que puede transitar un conflicto son muy limitados. Los intentos, exitosos o no, de evitar o disminuir la tensión pueden a veces enriquecer esa tensión.

-Tus personajes parecen siempre estar a ras de suelo, llenos de contradicciones y flaquezas, sin embargo nunca se les juzga, como tampoco se les llega a tener lástima. ¿Cómo logras este equilibrio, es algo que buscas de manera intencional tratando un poco de "equilibrar" sus características?

Mutual Appreciation

-No estoy muy interesado en "balancear" los personajes para evitar que se emitan juicios sobre ellos. Imagino que de todas maneras el público los juzgará. Lo importante para mí es que se sientan vivos y que tengan un sentido en la pantalla más allá del ser juzgados. Los actores siempre son los responsables de darle vida a los personajes y cuando ellos los consiguen yo me relajo y me ubico como un observador. Si estoy interesado o entretenido o emocionado con lo que ocurre en el rodaje, cruzo los dedos y espero que los espectadores sientan lo mismo.

-¿Qué tan importante es el lugar real donde ocurren las historias que cuentas, por ejemplo Williamsburg (barrio bohemio donde la mayoría de los habitantes son jóvenes profesionales o estudiantes), el barrio donde ocurre Mutual Appreciation?

-Es divertido que cuando se hable de Mutual Appreciation se diga tan a menudo que es una película de Williamsburg, cuando de hecho el único lugar que filmamos del barrio fue Northsix (un club de música), y ciertamente nadie dice nada específico del barrio en la película, excepto esa mención a Northsix. No escribí el guión pensando específicamente en Williamsburg. Sin embargo, una vez que empezamos a trabajar en la película y que estaba claro que la filmaríamos allí, se volvió muy importante no negar el espacio, el barrio, y dejar que el mundo de Nueva York se metiera en la película, o mejor dicho, que la película se metiera en Nueva York.

-Tus historias se cuentan de una manera más bien oblicua, como si en términos narrativos en la superficie no fuese ocurriendo nada, pese a lo cual la historia siempre avanza y termina por llegar al lugar que quería llegar.

-Muchas veces trato de no escribir sobre el punto obvio de una escena. Algunas veces escribo una línea de diálogo que expresa exactamente lo que el personaje desea, pero en el siguiente borrador la elimino para darle más energía e interés a la escena. Aunque no siempre, por supuesto. En general no creo que busque ocultar la narración de manera intencional, sino que creo que muchas veces es más productivo escribir sin saber adonde se quiere llegar, de manera ciega y que luego aparezca la historia.

-Sé que no te gusta mucho hablar de influencias, ¿pero podrías apuntar a algunos cineastas que te hayan marcado?

Bujalski en el Indie Lisboa 2006

-Cualquier cosa que me afecta ya es un tipo de influencia. Por supuesto que he tomado mucho, tanto filosófica como pragmáticamente, del cinema verité. Pero cuando comienzas con algo es mejor tratar de hacer que se sostenga solo, y cuando lo terminas por supuesto que te gustaría pensar que tú has inventado el cine. En un primer momento un montón de películas, de canciones, de libros y más que nada de experiencias reales se cuelan por tu cabeza. Por ejemplo yo siempre he dicho que la primera escena de Funny Ha Ha, el prólogo de la cinta, cuando Marnie entra en una tienda y pregunta por un tatuaje, es una mini-historia con su propio arco dramático y que luego no se repite ni se contextualiza en el resto de la película, sino que se trata de una escena que refleja de manera microcósmica el total de la película, lo que yo creo es una especie de robo de las películas de James Bond, que siempre empiezan con una escena de ese tipo. Por supuesto ningún crítico lo ha descubierto.

-Se podría decir que en tus películas tratas de huir de lo que tradicionalmente se considera "bello" o "correcto", es decir, algo que está perfectamente bien iluminado, encuadrado o que busca precisamente llamar la atención sobre la imagen, como serían encuadres extraños y extremos, por ejemplo.

-Bueno, yo estoy totalmente a favor de la belleza y por supuesto que pienso que hay muchos momentos en mis películas que son bellos. Ciertamente la imagen de 16mm, en que están filmadas las dos películas, es una imagen bella. Por lo general las imágenes muy producidas no me parecen bellas. Mi director de fotografía, Matthias Grunsky, es un artesano muy capaz y competente y puede fotografiar cualquier cosa de la manera que quieras, pero es extremadamente humilde y entiende que estas películas sólo pueden funcionar si los actores tienen máxima libertad y no están sepultados debajo de una montaña de equipos.

-¿Por qué crees que tus películas no han tenido mayor difusión?

-Por razones económicas, por supuesto. La distribución en salas en EEUU, y me imagino que en otras partes también, es algo extremadamente difícil, más con películas como las mías que son difíciles de vender.

-¿Estás trabajando actualmente en un nuevo proyecto, y sigues utilizando el mismo sistema de producción?

-Me gustaría hacer una nueva película con la misma metodología y veremos si eso es posible. Ciertamente parece que esto va a ser cada vez más difícil. Mientras más viejos nos volvemos se hace más y más difícil conseguir que la gente entregue su tiempo y su energía y su entusiasmo. Y por supuesto ninguna de mis películas ha sido financieramente solvente, así que veremos. Seguiré corriendo hasta que un día choque con una pared, lo que puede pasar en cualquier momento.

Publicada el 29-05-2006


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