Entrevista

Otras Entrevistas

Edición Nº 102 One Man Showcase
Laz Rojas: El héroe de las mil caras
Edición Nº 102 Conversando con Raúl Perrone
"Cannes me chupa un huevo"
Edición Nº 102 Oliver Laxe
Nada en lo inesperado que no esperaras secretamente
Edición Nº 101 José Luis Torres Leiva
Vientos de libertad
Edición Nº 99 Roberto Anjari-Rossi
La cómplice ternura de El legado

Textos relacionados

Edición N° 93

Andrew Bujalski, "Me encantaría trabajar con Sylvester Stallone"

Andrew Bujalski

"Computer Chess", de Andrew Bujalski, estuvo en el Sanfic, se estrenó en exclusiva en el debut del Sundance Channel en la televisión de pago chilena, y va camino a ser una de las películas más destacadas del año que se nos va. Hablamos con el cineasta norteamericano (director de las recordadas "Mutual Appreciation" y "Funny Ha Ha"), sobre tecnologías obsoletas, el raro documental "Stranded in Canton", John Cassavetes, independencia vs. mainstream y su insospechado gusto por el hombre detrás de "Rocky". "Es una persona fascinante", opina.

Por Andrés Nazarala

En 1973, el fotógrafo estadounidense William Eggleston tomó una cámara Sony Porta-Pak y salió a recorrer Memphis y New Orleans, retratando a alcohólicos, travestis y amigos excéntricos que visitó en su viaje. El documental Stranded in Canton –que fue restaurado y tuvo un reestreno en el Festival de Toronto, en 2005- fue fundamental para la concepción de Computer Chess, la asombrosa película de Andrew Bujalski que ha pasado por el Festival de Seattle, SANFIC y ahora forma parte de la parrilla del recientemente arribado Sundance Channel a la televisión pagada.

Stranded in Canton

"Es un documental absolutamente hipnótico y notable, tanto por el material filmado como por la estética", opina Bujalski al teléfono. "Eggleston es conocido más que nada por sus fotografías a color, pero esto es completamente distinto: un documental en blanco y negro que me parece fascinante. Esta película en particular hizo que me enamorara de la Sony ACV 3260".

No es raro que una conversación sobre Computer Chess parezca a ratos una cátedra sobre tecnologías obsoletas. Como si fuese un documental televisivo de los 80, la cinta registra una ficticia competencia de ajedrez que tiene lugar en un hotel, en tiempos en que la relación entre el Hombre y la máquina aún tenía algo de incertidumbre.

Es coherente entonces que la historia esté registrada con una cámara creada en 1969 que, al igual que los computadores portátiles, parecía anunciar una nueva era. Hoy, en tiempos del HD, la Sony ACV 3260, con su sistema de tubos, resulta arcaica. Pero en sus limitaciones está la magia, como contó el director de fotografía, Matthias Grunsky, al sitio Gizmodo.

"La cámara no puede manejar mucho contraste y en situaciones extremas, como disparar contra una fuente de luz, aparecían patrones electrónicos interesantes, como ondulaciones negras. También se generaba ruido electrónico. Todos estos artefactos combinados le dan un carácter trascendental a la imagen y ayudan a expresar las cosas a veces inexplicables que suceden entre el hombre y el computador en nuestra historia".

Justamente estos factores incontrolables son los que le dan a Computer Chess una mística extraña; como si fuese un reportaje televisivo que, por alguna falla técnica, deviene en un material abstracto y surreal.

"Antes de decidir que quería hacer una película sobre ajedrez y computadores me pregunté si sería capaz de narrar una historia con una cámara análoga como ésta, que es complemente distinto a trabajar con las cámaras que han salido en los últimos años, incluso la camcorder de los 80", cuenta Bujalski."Me di cuenta que la imagen es completamente bella".

-Tus primeras películas están filmadas en 16mm. ¿Cómo te relacionas con la tecnología de punta?

-Yo he evitado las nuevas tecnologías y creo que soy escéptico al respecto. Pero no tengo un problema contra eso. Feliz veo una película filmada con la última Canon, o lo que sea que se esté usando por estos días. Ciertamente se han hecho cosas buenas en alta definición. Pero creo que es absolutamente posible hacer una película con cualquier cámara existente en el mundo. Incluso sin una cámara. Puedes hacer un show de marionetas y sombras y puede ser brillante. Lo que me molesta es la idea de que los formatos van cambiando siempre y, por lo tanto, debes usar lo nuevo y más conveniente. Nunca he creído en eso. Siempre he pensado en que cualquier cosa que uses, ya sea la ultima tecnología o algo viejo y abandonado, debe ir en relación a un propósito. Y eso vale para todo. Los elementos siempre deben estar sometidos a una intención. No uso la cámara más nueva simplemente porque es la cámara más nueva. La usaría sólo si puedo obtener algo específico de ella.

-"No", de Pablo Larraín, también fue filmada con una cámara análoga. ¿La viste?

-Sí. Cuando mi película estaba casi terminada descubrí que alguien más estaba trabajando con una cámara análoga. Así llegué a No. Me gustó mucho. La filmaron con una U-Matic, que es una cámara totalmente diferente a la que usé yo. La imagen es muy bella.

Computer Chess

-¿Y cómo pasaste de la idea de filmar con una cámara análoga a definir el contenido del filme?

-Gracias a un libro de trivia sobre ajedrez que encontré en una librería de Boston hace unos 10 años. Estaba en la sección de liquidación, que en verdad son las sobras. Ahí están los libros que nadie quiere… creo que han estado ahí desde que era niño. Compré este libro por uno o dos dólares. Ciertamente nunca he sido un buen jugador de ajedrez y sabía que no podría contestar las preguntas, pero por el precio me pareció algo que debía tener. Bueno, la cosa es que había una pregunta sobre ajedrez con computadores. Esto despertó una fantasía en mi mente. No estoy seguro de cómo llegué de ahí a hacer una película. Pasó a lo largo de los años. Diría que se fue desarrollando en mi inconsciente.

-¿Conocías de cerca este tipo de competencias?

-Estoy seguro de que alguna vez escuché al respecto, pero nunca le presté mucha atención. Ciertamente no estaba consciente de las décadas y décadas de investigación y trabajo que se necesitaron para llegar hasta ese momento. Fue el resultado de casi 50 años de pensar al respecto. La primera muestra de ajedrez con computadores data de los 40. Antes de que existieran los programas computacionales, la gente ya pensaba en estos problemas: ¿Se puede crear al jugador óptimo de ajedrez artificialmente?

Yo tengo mis recuerdos de niño cuando los computadores entraban cada vez más en nuestras vidas…había entusiasmo y miedo. Los computadores quizás seguirían nuestras órdenes y viviríamos en el paraíso… o quizás nos terminarían dominando. Aún es fácil creer en algunas de esas cosas que salen en las películas. Pero, por supuesto, la realidad siempre es más compleja que cualquier ficción.

-"Computer Chess" se exhibirá ahora en todo el mundo a través de la TV. ¿Cómo te sientes por eso?

-Estoy feliz de que la gente pueda tener la oportunidad de verla. Me encanta que pueda llegar a los chilenos, por ejemplo. Pero confieso que personalmente amo ver películas en una sala oscura, rodeado de gente. No lo puedo evitar. Soy un tipo anticuado.

"Hay programadores computacionales reales en el elenco, lo que habla de mi falta de imaginación"

Los personajes de Computer Chess son nerds, desadaptados, excéntricos que compiten por el reconocimiento jugando con el computador "más inteligente" en materia de ajedrez. Éste deberá enfrentarse a un reconocido campeón en el juego.

"Con o sin un guión totalmente estructurado, en el set es lo mismo"

Bujalski ofrece una historia coral –en formato de viejo documental- que contiene pequeños trazos narrativos como el de un tipo que queda sin habitación, una programadora (la única mujer del evento) que debe lidiar con los prejuicios de un mundo masculino, la aparición de un grupo esotérico que coincide en el hotel, etc…

Micro-relatos que avanzan juntos hacia un accidente visual; un desencaje de formatos que se vuelve más alienante con las irrupciones de la música de Collie Ryan, cantante folk psicodélica que Bujalski rescata del olvido.

Fiel a la concepción "inconsciente" del filme, el proceso de realización no fue menos atípico. Bujalski tenía un tratamiento escrito de 8 páginas y fue improvisando sobre la marcha.

"Para mi sorpresa, me di cuenta que el proceso es similar a trabajar siguiendo un guión estructurado", confiesa el director. "El proceso es el mismo porque de todas maneras tienes que estar en el lugar con los actores, hablando sobre las escenas, buscando tu camino de manera creativa. Puedes tenerlo todo anotado en un papel o no, pero en el set es exactamente el mismo proceso".

El elenco no es menos atípico. El cineasta reunió a gente proveniente de distintos ámbitos como los actores Wiley Wiggins (Dazed and confused), Myles Paige (Funny Ha Ha) y Chris Doubek; los expertos en informática Gordon Kindlmann y James Curry; el escritor Jim Lewis y el crítico de cine Gerald Peary.

"Es una combinación de gente que conozco desde hace mucho tiempo", cuenta Bujalski. "Gerald Peary fue, de hecho, una de las primeras personas en programar una de mis películas. El hizo una exhibición pública de Funny Ha Ha en Boston, en 2002. Así que lo conozco bien por su trabajo como crítico. Bueno, y hay muchos programadores computacionales reales en el elenco, lo que habla de mi falta de imaginación. Pero quedé conforme con todos. El casting siempre es un proceso complejo. Debes mirar al cielo y pedir: por favor, mándanos un milagro. Nunca sabes de antemano lo que vas a encontrar o cómo va a funcionar cada una de las personas".

"Es un gran error tratar de imitar a Cassavetes"

Computer Chess, la película más rara y libre de Bujalski, llega a coronar una filmografía que en Chile fue introducida por SANFIC en 2006, cuando el actor/músico Justin Rice presentó Funny Ha Ha (2002) y Mutual Appreciation (2005), obras que inauguraron lo que luego sería bautizado como Mumblecore; etiqueta para definir un cine independientes hecho con amigos, pocos pesos y cierta oposición a los códigos narrativos del cine comercial.

-Las actuaciones improvisadas, la mirada íntima, el trabajo con amigos… todo eso nos hizo a muchos pensar en John Cassavetes cuando vimos tus dos primeras películas en Chile.

Bujalski es un fan confeso de Stallone y totalmente fanático de "Rocky"

-Me lo han dicho, pero nunca he pensado en hacer una película como las de él. Creo que es un gran error tratar de imitar a Cassavetes. En mi caso, por un motivo: creo que nuestros temperamentos son muy distintos y las películas nacen de los temperamentos. Pero ciertamente soy un gran fan de su trabajo. Aprendí de él que no necesitas apegarte a un género o a una forma narrativa específica. Es que hubo siempre un sentido de aventura en cada una de las películas que hizo. Cuando las veo siempre me digo "wow, este tipo no está siguiendo ninguna regla que no sea la propia". Sólo deja que funcione y es espectacular. Definitivamente, John Cassavetes me ha inspirado a jugar con las formas.

-En una entrevista dijiste que tras realizar películas independientes estabas pensando en "venderte". ¿Cómo es eso?

-Es que tengo un hijo de 3 años, una casa y una esposa. Ciertamente he estado más nervioso por el dinero en el último tiempo y se me están agotando las ideas de cómo hacer que entre dinero al hogar (ríe). Pero soy consciente de que hay tres caminos para gente como yo: dejar de ser un director independiente y tratar de hacer películas de estudio; realizar comerciales y lo otro es enseñar. He estado tratando de explotar todo eso un poco. Pero siempre quiero seguir haciendo mis películas. Puede ser un desastre financiero, pero es algo que siempre me motiva.

-¿Cuáles son tus límites? ¿Harías una película de superhéroes?

-No creo que alguien me contrate para hacer una de esas (ríe). Pero creo que a los estudios les interesa que al menos tengas una pasión genuina por el tema, aunque ellos quieren tener el derecho de manejar esa pasión. Siguiendo esa lógica, creo que si me pidieran un tratamiento para una película de superhéroes lo intentaría, pero si no me puedo encontrar entusiasmado en el proceso, no continuaría.

De pronto, Andrew Bujalski lanza una insospechada revelación: "Soy un gran fan de Sylvester Stallone".

-¿De verdad?

-Absolutamente. Nunca lo he conocido, lamentablemente, pero me encantaría trabajar con él. Encantado escribiría un guión para él. No sé si alguna vez llegaré a conocerlo y no sé cuáles son las chances de que eso ocurra. Pero creo que es un actor fascinante y una persona fascinante también. Aunque ha hecho algunas decisiones artísticas cuestionables a lo largo de su carrera, lo veo como un tipo que ha seguido su propio camino. Nos parece comercial porque estaba en un momento muy específico en la historia; creo que los 70 y los 80 se inclinaron hacia él y no al revés. En otra época, él no hubiese sido una estrella pero habría tenido la misma integridad física y determinación.

Este artículo aún no tiene comentarios. Puedes ser el primero en comentar.

Nombre
E-mail (no será publicado)
  (Escriba las letras y números que aparecen en el recuadro).
Código de confirmación
Comentario
 
Buscador
Quiénes Somos | Contáctanos