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A propósito de nuestro mentor ¿Quién diablos es Mabuse?
Fue gracias a la lucidez visionaria de Fritz Lang, uno de los más grandes maestros de la historia, que este siniestro doctor se instaló en la imaginería cinéfila, y de ahí, a ponerle así a una revista de cine, sólo hubo un paso. Por si alguien aún no lo conoce, le presentamos a este villano que tantas pasiones nos despierta.
Por Lucía Carvajal
Cuando Mabuse irrumpe en las pantallas de Alemania en 1922, el cine vive en silencio su primera juventud, y el país germano se apresta a entrar en su período más convulsivo. Este personaje, que tiene la virtud de anticiparse a los trágicos hechos que vendrán, ha llegado para quedarse por muchos años, protagonizando tres filmes de Fritz Lang: Dr. Mabuse, el jugador (el que consta de dos partes), El testamento del Dr. Mabuse (1933) y Los crímenes del Dr. Mabuse (1960), así como una serie de sucedáneos que se apropiaron de su nombre.
Con la colaboración en los guiones de su mujer Thea von Harbou, Lang desarrolla una notable, lúcida e innovadora carrera cinematográfica en Alemania y Estados Unidos. Nacido en Viena en 1890, con estudios de arquitectura y artes gráficas y vocación de pintor, fue gran admirador de Shakespeare, Schopenhauer y Nietzsche. A los 18 años abandona su ciudad natal para recorrer su país y Bélgica, lugares donde participa de la bohemia y vive gracias a los croquis y dibujos que vende.A los 20, su espíritu aventurero lo lleva a explorar Asia Menor, África del Norte, China, Japón y los Mares del Sur, regresando a París, donde expone algunas de sus pinturas. Herido durante la guerra, es en 1916 cuando escribe su primer guión y tres años después realiza su primer largometraje, Las tres luces. En su cine, los personajes se muestran solitarios, los que pese a su constante lucha no son libres y es el destino o el azar el que fatalmente determina sus vidas.
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Rudolph Klein-Rogge (arriba y a la izquierda), encarnó al pérfido doctor en las primeras dos entregas. |
Alemania vive por entonces momentos de crisis. Primero es la derrota de la gran guerra y luego la llegada al poder de la Socialdemocracia, la que proclama la República de Weimar. El país se debate en una contradicción vital: la libertad de crear, caracterizada por una etapa innovadora y de vanguardia en las artes,versus un caos estimulado por la inflación,desocupación y un notorio desequilibrio social y político. Ya lo había advertido Nietzsche que Alemania "ama todo lo confuso, lo que está en formación, lo que es crepuscular, sombrío y velado". Parece ser el instante en que el cine descubre su vocación. La plasmación de este espíritu se verá representado por el expresionismo (heredero de la novela gótica y el romanticismo), que es una reacción al impresionismo pictórico y el naturalismo literario, el que inunda la creación cinematográfica y cuyo máximo exponente es El gabinete del Dr. Caligari (1919), de Robert Wiene.
A la importancia del contexto histórico antes mencionado, se suma una notoria inestabilidad psicológica, la necesidad de escapismo, de interpretaciones subjetivas del mundo, las que dan paso a fantasías ilimitadas. En lo estético priman las atmósferas deformantes, claroscuros (la luz es fundamental) y planos inclinados, escenarios de marcada artificialidad, elementos que en definitiva moldean y definen al cine expresionista. En este clima y bajo la apariencia de una intriga policial nace el doctor Mabuse. Está presentado como psicoananalista (recordemos que Freud inicia el psicoanálisis en 1900 y que Lang da sobradas muestras de haber tenido contacto con sus teorías), hipnotizador que juega con las personas y sus destinos, que domina, seduce o aterra. Es la amenaza constante, omnipresente, que lidera una pandilla de criminales y falsificadores, que roban y ejecutan diversos atentados incendiarios y que es buscado por la autoridad. Su poder, más allá del bien y del mal, deviene ilimitado, él crea sus propias reglas y sentencia que "él es un estado dentro de otro estado, contra el que siempre ha luchado". Este superhombre (Nietzsche) de inteligencia infernal -al decir del Dr. Baum, personaje de El Testamento del Dr. Mabuse, a quién persigue con sus apariciones y que usa como un autómata y cómplice-, posee un cerebro y una voluntad sobrehumana.
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Afiche original de la mejor cinta de la trilogía. |
Mabuse es un personaje trágico que puede resultar fascinante y hasta atraer las simpatías de espectadores y periodistas empeñados en hacer una revista de cine. Es un impostor que usa máscaras y se entrega al juego de la simulación y el fingimiento. El director lo ha estructurado como un personaje complejo y ambiguo, de múltiples facetas e identidades, capaz de desdoblarse y crear mayor riqueza o confusión.
En la oscuridad, viviendo la pesadilla de su propia sombra han surgido el Doctor Caligari, el Dr. Mabuse y Nosferatu (dignos herederos de Frankenstein, el personaje de Mary Shelley), verdaderos arquetipos del tirano que pronto tomará el poder. No por nada, de la República de Weimar Alemania caerá en manos del nacionalsocialismo.
Lo que Lang, gran director, observador y visionario aporta con estas películas, es un verdadero documento de su época, porque Mabuse no habría sido posible en otro lugar que en la Alemania de entonces.
Publicado el 24-08-2003
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