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Film Estreno

Teresa

Mentalidad Televisiva Teresa

Por Joel Poblete

Aunque no logró una difusión masiva y comercial con el mediometraje Ángeles (1988), la cineasta Tatiana Gaviola logró despertar el interés de la crítica, el mismo que puso en riesgo con su fallido e irregular primer largometraje, Mi último hombre. Durante todo este tiempo la realizadora permaneció activa en producciones televisivas, para volver a la pantalla grande 13 años después con este retrato de la poeta chilena Teresa Wilms Montt, en una adaptación libre de los principales acontecimientos sentimentales que la llevaron a su suicidio en 1921.

Ya el intento de abordar a un personaje real, en un relato ambientado en las primeras décadas del siglo pasado, es un desafío que hace destacar a Teresa en una cinematografía como la chilena, donde siempre es difícil y costoso realizar una película "de época"; en ese sentido, la detallista dirección de arte de Hugo Tripodi es uno de los indudables aciertos del film, incluso aunque se ha prestado para bromas la recurrente aparición de las mismas calles antiguas de Santiago para servir de locación tanto a ciudades europeas como a la capital de Chile de esos años. Sin detenerse en ese tipo de observaciones, es imposible no elogiar al resto del estupendo equipo artístico convocado por Gaviola: destaca especialmente la estupenda fotografía de Juan Carlos Bustamante (por cierto, él mismo un notable realizador al que nos gustaría tener de vuelta en esa faceta), como también el vestuario de Loreto Vuskovic y la banda sonora de Juan Cristóbal Meza, cuya partitura evoca frecuentemente al universo sonoro de Nyman y Glass.

Pero al margen de esos logros, la película es insatisfactoria. Al mostrar a su protagonista como una mujer moderna y rupturista, provocadora y siempre al borde del escándalo, la cineasta desarrolla un perfil superficial y liviano, lo que se hace más patente por el escaso relieve y los clichés de los personajes que la rodean. Tampoco ayuda demasiado el desaprovechado grupo de actores, ya sea porque algunos se ven afectados y poco creíbles, o porque sus caracteres son fugaces e incluso prescindibles. Por lo que se puede desprender de sus escritos y los apuntes biográficos que han llegado hasta nuestros días, Wilms Montt fue una figura compleja y fascinante, que acá sólo es esbozada de manera externa, incluso aunque la bella y talentosa actriz que la interpreta (Francisca Lewin), logra dotarlo de algunos detalles y sutilezas que afortunadamente impiden que el rol se hunda por completo en los estereotipos, que lo acercan más a un prototipo del feminismo exacerbado. A favor de Gaviola hay que destacar el sólido ritmo con el que guía la historia, ágil y sin entramparse innecesariamente, lo que tal vez está ligado a la estética y puesta en escena de Teresa, que parece más publicitaria o televisiva que cinematográfica.

Teresa
Chile, 2009
Dirección:
Producción:
Guión:
Fotografía:
Montaje:
Música:
Elenco:

Duración:
Tatiana Gaviola
Patricia Navarrete
Bernardita Puga y Tatiana Gaviola
Juan Carlos Bustamante
Andrés Lehuedé
Juan Cristóbal Meza
Francisca Lewin, Diego Casanueva, Juan Pablo Ogalde, Alvaro Espinoza.
87 minutos

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